Parece ser que las altas esferas de la sociedad no pueden
hacer frente a esta crisis, por eso, pese a todo y teniendo una formación
totalmente diferente a ciencias económicas voy a dar posibles soluciones.
En este artículo vengo a exponer las conclusiones que
obtengo son gracias entre otras cosas a unas clases de economía de Julián Pavón Morote Catedrático-Director
de CEPADE que estan disponibles en youtube y que quién quiera puede verlas, es por ello, que en primer lugar, todo y que seguramente no
conocerá la existencia de este blog, agradecerle su gran contribución porque
realmente este mundo necesita que la gente sepa que sucede y porqué sucede sin
ningún tipo de parcialismo cosa que por desgracia abunda en el periodismo (lo
que vende y crea conflicto abunda, véase algunos programas de televisión donde
la critica destructiva abunda).
Empecemos pues:
La inflación
Creo que muchos conoceremos que es la inflación, los precios se inflan,
crecen año tras año, el crecimiento de los precios respecto al año anterior es
la inflación. También puede ocurrir lo opuesto, los precios pueden bajar,
entonces estaremos en un caso de deflación.
A groso modo lo que interesa es que la inflación se mantenga
estable no creciendo más de un 2% anualmente, esto sucede porque sus
variaciones pueden ocasionar problemas:
Si la inflación aumenta mucho:
Perdida del poder
adquisitivo (caída del consumo)
Menor competitividad
(aumento del desempleo)
Los ahorros valen
menos
Si estamos en deflación: Nadie invierte ni
compra, porque todo el mundo espera a que baje el precio y por tanto la economía
se estanca.
La inflación puede ser alterada por los costes de producción o por la
demanda global, de tal modo que si suben los costes de producción o la demanda
global, también lo hará la inflación.
Si la demanda global baja, también lo hará la inflación, salvo que, crezcan los costes de producción.
Incentivar la demanda
global
¿Porque incentivar la demanda?, porque si
aumentamos la demanda global también se reducirá la tasa de desempleo y crecerá
la producción. No obstante, aumentarla supondrá aumentar el déficit y la deuda, por tanto, siendo España un país con un problema de deuda aunque no extremadamente grave, habría
que ir con cuidado.
Demanda global = Demanda por consumo + Demanda
por inversión empresarial + Demanda por gasto público + Demanda por
exportaciones.
La demanda por consumo, se incentiva mediante una
rebaja de impuestos, porque si se rebajan los impuestos la gente tiene más
dinero y consume más.
En la demanda por inversión no se puede hacer prácticamente
nada, puesto se incentiva bajando el coste del dinero, es decir, los intereses.
Al no tener moneda propia poco se puede hacer en este aspecto. Además siendo España
un país endeudado, los bancos prestan dinero al país mientras que a los ciudadanos
y empresas se les considera de mayor riesgo y para compensar el riesgo les suben aún más los intereses.
La demanda por gasto público se incentiva
aumentado el gasto público de inversión
productiva desde la administración, cabe resaltar los términos inversión
productiva, puesto que no es lo mismo invertir el dinero en un mercedes que en un
tractor para conseguir mejorar la cosecha. Tampoco es inversión productiva
cambiar una acera.
En demanda por exportaciones, poco podemos
hacer puesto que depende principalmente de bajar el tipo de cambio, no
obstante, si fuéramos más competitivos a nivel de precios y calidad de los
productos que se venden al extranjero podríamos aumentarlas.
Reducir los costes
de producción
Esta estrategia se enfoca en la
empresa, puesto que la empresa dinamiza la economía.
Para reducir los costes de
producción se pueden hacer varias cosas:
Reducir
los costes que supone tener contratado a un trabajador.
Reducir costes financieros
Reducir
coste energético
Reducir
coste materias primas
Aumentar
las nuevas tecnologías para ser más productivos.
Aumentar
la competitividad con tecnología e innovación.
No podemos pretender, ser
competitivos cuando compramos la energía la exterior por el simple hecho de que
no queremos producirla, y claro, no querer ser productores implica que el coste sea mayor.
Incentivar la demanda global y
reducir los costes de producción son dos estrategias que deben ir de la mano,
porque se complementan, no tiene sentido aumentar la demanda global cuando
tenemos inflación por costes, porque en este caso la inflación se dispararía.
Por último evitar subir
impuestos, puesto que es el sistema más ineficiente que existe para sanear las
cuentas. Por ahí circula un estudio que dice que un dólar de reducción de gasto
contrae la economía en 1,4 dólares de PIB, mientras que, un dólar de subida de
impuestos contrae la economía en 3 dólares del PIB.
También tenemos
algún que otro sistema alternativo, como la vinculación del salario a la
productividad. En Alemania por ejemplo, los salarios están vinculados a la
productividad, con lo que si la productividad de la empresa disminuye (también
se trabaja menos) se pueden disminuir los salarios, así se destruye menos
empleo. Quieras o no, los hace tener una ventaja sobre nosotros bastante
importante.
Tenemos que considerar también que en nuestra economía necesitamos tener un crecimiento mayor al 2% para poder generar empleo, cosa que resulta bastante preocupante, y muy probablemente sea causa de las rigideces de los contratos de trabajo. Pensad que eso quiere decir que todo año que no se crezca más de un 2% aumentará la tasa de desempleo, ahora pensemos.... ¿vale la pena flexibilizar las condiciones laborales?, yo en base a ese hecho, creo que sí.
Tenemos que considerar también que en nuestra economía necesitamos tener un crecimiento mayor al 2% para poder generar empleo, cosa que resulta bastante preocupante, y muy probablemente sea causa de las rigideces de los contratos de trabajo. Pensad que eso quiere decir que todo año que no se crezca más de un 2% aumentará la tasa de desempleo, ahora pensemos.... ¿vale la pena flexibilizar las condiciones laborales?, yo en base a ese hecho, creo que sí.
Conclusión
-
Las empresas y los ciudadanos son claves, si no se crea
unas condiciones favorables para que el ciudadanos tenga capacidad de consumo y
si no se crean las condiciones para que las empresas puedan invertir, no vamos
a ningún sitio.
-
El gasto público hay que incrementarlo sin ninguna
duda, pero solo aquel destinado a la inversión productiva y nunca al gasto
corriente como por ejemplo aumentar los sueldos a los funcionarios.
-
La lucha contra el déficit, consisten en reducir el
gasto público y aumentar impuestos, los impuestos no hay que subirlos porque la
economía se contrae especialmente, en cambio si actuamos sobre el gasto público
corriente o sobre la inversión cosmética (la compra del mercedes) la economía
apenas se resentirá y podrá reducirse el déficit y la deuda sin aumentar la
tasa de desempleo.